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sábado, 28 de julio de 2012

Texto número 4.

Fue una locura. De esas que te dejan con ganas de más. De esas que nunca te cansarías de repetir. De las que gustan. Me apetece bañarme en tus ojos y que se joda el mar. Que no acabe esta noche. No, es imposible. Hagamos que sea mas larga de lo normal...eterna en nuestra mente. En nuestro corazón. Nunca podré olvidar tu nombre, tu sonrisa ni tu manera de bailar. Ridícula, pero graciosa. Así, con tus manos en mi cintura y mi cuerpo sobre tu cuerpo, conseguiste que tuviera un bonito sueño. Lástima que los sueños desaparecen al despertar, que no existe lo eterno y que por más que dure una noche siempre vuelve a amanecer.



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